Algunos elementos del anverso de todos los billetes tienen relieves que se pueden percibir al tocarlos con la yema de los dedos. Cuando un billete está nuevo o con poco uso, el relieve se siente con mayor facilidad.
Esta característica se encuentra principalmente en el texto "Banco de México", en el personaje o motivo principal, en la viñeta que acompaña al personaje, en el número de la denominación, en la denominación con letra y en la leyenda. Los billetes de papel también tienen relieves sensibles al tacto en el elemento que cambia de color y en las marcas para personas con discapacidad visual, mientras que los billetes de polímero también tienen en el numeral y en los elementos que se encuentran sobre la ventana transparente.
Además, en los billetes de la familia F, el relieve se puede percibir en la balanza del billete de 20 pesos; en los cañones de los billetes de 50 pesos F y F1; en los hombres sentados del billete de 100 pesos; en los libros, ventana y tintero del billete de 200 pesos; en los alcatraces, pinceles y mujer del billete de 500 pesos; y en la iglesia y campana del billete de 1000 pesos. En el billete de 100 pesos, conmemorativo de la Revolución Mexicana, y en el billete de 200 pesos, conmemorativo de la Independencia de México, hay relieves sensibles al tacto en la leyenda conmemorativa y en el número "2010", mientras que, en el billete de 100 pesos, conmemorativo de la Constitución de 1917, también se perciben en las líneas diagonales.
En los billetes de la familia G, a su vez, el relieve se percibe en los personajes, edificios y en el arco del billete de 20 pesos, conmemorativo del bicentenario de la Independencia Nacional; en los símbolos "Metztli", en el caso del billete de 50 pesos, y en los arcos, en el billete de 100 pesos. Los relieves sensibles al tacto también se encuentran en las líneas diagonales en los billetes de 200 y 500 pesos, así como en las vías de la locomotora en el billete de 1000 pesos.