Nace en 1402, fue hijo de Ixtlixóchitl, señor de Texcoco, y de Matlalcihuatzin, princesa Mexica. En 1418 huye de Texcoco con su padre, quien después es asesinado. Nezahualcóyotl se esconde para no morir a manos de Tezozómoc, gobernante de Azcapotzalco. Logra salvar su vida, pero es tomado prisionero por el señor de Chalco, de quien consigue liberarse.

Para 1420 logra el perdón de Tezozómoc, quien le permite regresar a Texcoco, donde prepara la venganza por la muerte de su padre.  En 1427, logra reunir las fuerzas aliadas para luchar contra Azcapotzalco y en 1431 se constituye la Triple Alianza entre Texcoco, México-Tenochtitlán y Tlacopan. Ese mismo año, es nombrado señor de Texcoco.

Por sus bellos escritos se le conoce como el Rey Poeta, de los cuales se conservan alrededor de treinta obras, relativas a la muerte, al enigma del hombre y de su creador, a la flor y al canto.

Su mandato se distingue por su prudencia y justicia. Promulga una serie de leyes civiles y penales; funda varios colegios para el estudio de la astronomía, la lengua, la medicina, la pintura y la historia. Reconstruye la ciudad, dividiéndola en barrios que poseían su propia industria con lo que logra mejorar la economía de sus habitantes. Sus ideas y gobierno fueron de un notable humanismo.

De particular relevancia fueron sus contribuciones a la Ciudad de México-Tenochtitlán donde dispuso la construcción del acueducto que abastecía de agua a la ciudad desde Chapultepec, donde además ordenó sembrar ahuehuetes para formar el bosque; otra de sus contribuciones fue la “Albarrada de los Indios” que impedía la inundación de la ciudad y que se mezclaran aguas dulces y saladas.