• Evite el manejo directo de las piezas numismáticas con las manos; se recomienda utilizar guantes de hilo o quirúrgicos para su manipulación y tomarla por el canto.
  • No es conveniente "limpiar" o pulir las piezas metálicas con abrasivos o solventes que, a la larga, provocan mayor daño en ellas. Lo más recomendable, en su caso, es lavar ligeramente las monedas con agua jabonosa (sin pulir), enjuagar y, por último, darles un ligero baño de acetona para secarlas completamente. Este procedimiento puede usarse en general con todos los metales, con excepción del cobre que podría sufrir alguna oxidación.
  • Para el almacenaje de piezas numismáticas se recomienda el uso de papel y plástico inertes, libres de acidez; actualmente existen en el mercado una gran variedad de productos de este tipo.
  • En el caso de las piezas metálicas acabado espejo o proof, nunca deben ser retiradas de sus cápsulas ya que se manchan con extrema facilidad al contacto con las manos.
  • Mantenga su colección lejos de líquidos o sustancias que accidentalmente puedan dañarla. Evite ambientes húmedos y la exposición directa a los rayos solares.
  • Mantenga su colección en lugares secos lejos de líquidos o sustancias que accidentalmente puedan dañarla.
  • En el caso de las piezas de papel, cuide de colocarlas en su contenedor de material inerte sin dobleces para que se "planchen" y mantengan un mejor estado de conservación.
  • Evite cualquier golpe que pudiera fracturar el empaque.

No olvide que la condición de monedas, medallas y billetes es fundamental desde la perspectiva de su valor económico y numismático.