El Banco de México es una institución cuya fortaleza proviene de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, la cual le confiere autonomía para el cumplimiento de sus objetivos.
Para lograr una economía sostenible, es importante llevar a cabo acciones encaminadas a proteger el medio ambiente. Por ejemplo: Aprovechar las energías renovables, adoptar procesos que no contaminen ni el agua ni el aire, reducir la emisiones de efecto de gases invernadero y respetar la biodiversidad, entre otros.
Diseño institucional para la adecuada conducción del Banco de México.
La autonomía implico cambios a los esquemas de gobierno interno del banco central. En particular, para que el Banco de México actué de manera autónoma es necesario que los miembros de la Junta de Gobierno puedan conducirse con independencia efectiva y se evite cualquier influencia indebida de instancias políticas o privadas.
Por su parte, la Junta de Gobierno del Banco de México es el órgano colegiado encargado de su conducción, está conformada por un Gobernador o Gobernadora y cuatro personas Subgobernadoras, quienes son designados de manera escalonada para asegurar la continuidad institucional e independencia de criterio, así como para salvaguardar la autonomía de la institución.
Los cinco miembros de la Junta de Gobierno tienen el mismo poder de voto y el Gobernador voto de calidad en caso de empate. La integración de cinco personas se considera apropiada para tener un balance que permita la pluralidad de puntos de vista sobre el análisis de los asuntos dentro del banco central sin dificultar la toma de decisiones, así como reducir fenómenos de concentración de poder, e incluso para resistir las influencias externas. Las decisiones colegiadas de los bancos centrales refuerzan su legitimidad y credibilidad.
La Constitución establece que los miembros de la Junta de Gobierno son designados por el Presidente de la República y ratificados por el Senado. Podemos considerar que esto tiene una doble vertiente, el procedimiento evita que las designaciones provengan de la voluntad exclusiva de una autoridad y, por otro lado, la designación presidencial, así como la facultad de nombrar al Gobernador, es un factor que armoniza y sirve dentro del mecanismo de coordinación para que la política monetaria del banco central y la política económica del gobierno no vayan en direcciones contrarias.
Otras disposiciones claves para mantener la autonomía de gestión de la Junta de Gobierno provienen de la estabilidad laboral de sus miembros. Por ello, se estableció el alto grado de inamovilidad de sus integrantes, ya que no pueden ser destituidos discrecionalmente, es decir, una vez nombrados solo pueden ser removidos por faltas graves señaladas en la ley orgánica del Banco de México. Por otra parte, un miembro de la Junta de Gobierno puede ser designado más de una vez para el cargo, siempre y cuando cumpla con el requisito de no tener más de 65 años cumplidos en la fecha de inicio del periodo durante el cual desempeñará su cargo.
Los periodos de servicio de las personas miembros de la Junta de Gobierno son alternados. El periodo del Gobernador dura seis años y empieza a la mitad de un sexenio de la administración federal y concluye al cierre de los tres primeros años de la siguiente. Los periodos de los Subgobernadores duran ocho años y son reemplazados o ratificados de manera escalonada cada dos años.
Este arreglo contribuye a conservar la memoria institucional tanto en aspectos sustantivos de banca central como en los relativos a la administración de la institución. La combinación de periodos relativamente largos de inicio y conclusión escalonados es indispensable para salvaguardar la autonomía de la institución; lo que además permite que, al adoptar sus decisiones, los miembros de la Junta de Gobierno tengan en cuenta los efectos que tales decisiones tendrían en el mediano y largo plazos y no sólo en la coyuntura inmediata.
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