En diciembre de 1994, la Comisión de Cambios, integrada por funcionarios de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y del Banco de México, y a cuyo cargo está la determinación de la política cambiaria del país, acordó que el tipo de cambio sería determinado por las fuerzas del mercado bajo un régimen de libre flotación a partir del 22 de diciembre del mismo año. En este contexto, la Comisión de Cambios ha instruido al Banco de México a efectuar operaciones directas en el mercado sólo en condiciones excepcionales con la finalidad de proveer liquidez y atenuar la volatilidad en el mercado cambiario, sin pretender algún nivel específico de tipo de cambio.

En el periodo comprendido entre el 23 de diciembre de 1994 y el 31 de diciembre de 1995 persistió un clima de incertidumbre e inestabilidad en los mercados financiero y de cambios consecuencia de la crisis iniciada a finales de 1994. En los primeros meses de 1995 la Comisión de Cambios instruyó al Banco de México a vender divisas, principalmente cuando ocurrieron vencimientos abultados de inversiones extranjeras en papel gubernamental o bancario que no fueron renovadas. De igual forma, durante el último trimestre del año la Comisión de Cambios resolvió que el instituto central interviniera en el mercado de divisas ante la presión observada en el peso por las dudas sobre la salud de las instituciones de crédito y la suficiencia de los programas de apoyo implementados ese mismo año para apoyarlas, la desconfianza sobre la expectativa de recuperación de la economía y la decisión de múltiples inversionistas extranjeros de reducir su exposición cambiaria a fin de año1.

El 10 de septiembre de 1998, ante una presión inusual derivada de la crisis financiera desencadenada en Rusia, la Comisión de Cambios decidió la venta de 278 millones de dólares directamente en el mercado interbancario (ver comunicado). Esta intervención tuvo como objetivo restablecer el orden en el mercado en una situación de iliquidez, y desincentivar actividades especulativas en contra del peso, que estaban resultando desestabilizadoras2.

En los primeros meses de 2009, la percepción entre los inversionistas de que México podría tener problemas para financiar el déficit de la cuenta corriente derivado de la reducción de los ingresos petroleros dado el entorno internacional adverso, provocó un episodio de elevada incertidumbre en el mercado cambiario y la determinación de la Comisión de Cambios de intervenir, a través del Banco de México, en el mercado durante los días 4, 5, 6, 20, 23 y 27 del mes de febrero, lo anterior con la finalidad de proveer liquidez y atenuar la volatilidad observada. La suma total de dichas ventas ascendió a 1,835 millones de dólares3.

En el primer bimestre de 2016, el tipo de cambio tuvo un desempeño volátil influenciado por factores de índole real y financiera. Dentro de los primeros, se encontraban el deterioro de los términos de intercambio derivado de la reducción observada en el precio del petróleo, así como el estancamiento de la demanda por exportaciones. Dentro de los factores de carácter financiero destacaron el uso de coberturas cambiarias del peso mexicano en las estrategias de ajuste en la exposición de riesgos en otras divisas, la mayor aversión al riesgo entre inversionistas; el uso de modelos de operación automatizada de alta frecuencia por parte de algunos agentes en el mercado cambiario que aprovechaban la volatilidad del tipo de cambio para obtener ganancias, lo que a su vez afectaba su nivel, retroalimentaba su volatilidad y reducía la liquidez del mercado. Ante este escenario, el 17 de febrero de ese año, la Comisión de Cambios decidió instruir al Banco de México a intervenir discrecionalmente en el mercado vendiendo 2 mil millones de dólares 4.

El 5 de enero de 2017, debido al aumento considerable en la volatilidad del tipo de cambio ante la posibilidad de una política más proteccionista por parte de la nueva administración estadounidense, la Comisión de Cambios instruyó la venta directa al mercado de 2,000 millones de dólares. Estas acciones se ejecutaron con la finalidad de proveer liquidez y propiciar un funcionamiento más ordenado en el mercado cambiario5.


1 Informe Anual 1995, Banco de México, p. 65 - 88

2 Informe Anual 1998, Banco de México, p. 122 - 135

3 Informe Anual 2009, Banco de México, p. 69-70, 119

4 Informe trimestral de inflación enero-marzo 2016, Banco de México, p. 57-58

5 Informe trimestral de inflación octubre-diciembre 2016, Banco de México, p. 54, 66