El Banco de México instrumenta la política monetaria a través de una tasa objetivo para las operaciones de fondeo bancario a plazo de un día. A partir del 21 de enero de 2008 este objetivo operacional sustituyó al régimen de saldos diarios ("corto"). El Banco de México equilibra los excesos o faltantes de liquidez del mercado interbancario a través de sus operaciones de mercado abierto. Las condiciones bajo las cuales el Banco de México inyecta o retira esta liquidez aseguran que se cumpla el objetivo establecido para la tasa de fondeo interbancario a un día. Las operaciones de mercado abierto equilibran la liquidez del sistema para que el saldo agregado de las cuentas corrientes que los bancos tienen en el Banco de México finalice diariamente en cero. Las tasas a las que se remuneran excedentes en las cuentas corrientes o se cobran los sobregiros son de cero y de dos veces la tasa de fondeo bancario a plazo de un día, respectivamente.