VIII. Conclusiones

Claudia Álvarez Toca y Jaime Cortina Morfín[1]

8.1 Conclusiones

El éxito en el desarrollo del mercado de valores gubernamentales en México que se ha observado en los últimos quince años ciertamente no concluye aquí. Como bien se menciona en el capítulo introductorio de esta obra, el desarrollo del mercado de deuda gubernamental es un proceso dinámico, donde la continuidad y la perseverancia en la estabilidad macroeconómica y financiera son esenciales para construir y mantener la credibilidad del gobierno como emisor de deuda. Es imprescindible que persistan las políticas fiscales y monetarias responsables y que los marcos legales, impositivos y regulatorios sean los adecuados. De hecho, inversionistas nacionales y extranjeros serán más renuentes a adquirir instrumentos de deuda del Gobierno Federal, en aquellos escenarios en donde el riesgo de crédito del gobierno sea elevado, donde el marco regulatorio sea más restrictivo, donde el régimen fiscal se vuelva más complejo y poco transparente, y donde las expectativas de inflación sean altas. Lo que hace que funcione como un elemento auto-disciplinador en el diseño de la política macroeconómica.

Los beneficios de desarrollar un mercado primario y secundario líquido y profundo de valores gubernamentales ya han sido comentados a fondo a lo largo de los distintos capítulos que componen este libro. Es evidente que no sólo el Gobierno, sino también el sector privado se benefician del mismo ya que, a los dos, les ayuda para contar con mayores alternativas de financiamiento y a un menor costo, en la medida en que ambos pueden acceder a un mercado de deuda maduro. Al mismo tiempo, el mayor desarrollo del mercado de valores también beneficia a los inversionistas, ya que les permite tener acceso a una gama más amplia de posibilidades para invertir sus recursos de acuerdo con sus perfiles de inversión.

El proceso de desarrollo del mercado de valores gubernamentales en México aquí descrito ha dejado en evidencia que las oportunidades de colocación de instrumentos de deuda se crean a partir de la emisión y del desarrollo del mercado de bonos emitidos por el Gobierno Federal. Por ello, también ya se dijo, estos últimos se consideran como el centro u origen de los demás mercados de instrumentos de deuda que eventualmente se desarrollan en un país.

De hecho, es a partir de la curva de rendimiento de los valores gubernamentales de donde se origina la curva de rendimiento de las tasas de interés de referencia de otros emisores. Además, los valores gubernamentales también sirven de subyacente para diversos productos derivados, así como para garantizar distintos tipos de préstamos y operaciones financieras.

En México se ha buscado que la evolución del sistema financiero en general, pase de un sistema centrado en el financiamiento bancario, a un sistema multinivel, en el que los mercados de deuda y de capitales complementan la intermediación financiera. Desde la perspectiva del banco central, el desarrollo de los mercados de deuda locales es de particular relevancia ya que “posibilita utilizar las tasas de interés de corto plazo para transmitir las señales de política monetaria a lo largo de todo el espectro de vencimientos”.[2] Es decir, el mercado de deuda forma parte de uno de los canales de transmisión de la política monetaria más inmediatos e importantes para un banco central quien, además, puede realizar sus operaciones de mercado abierto a través de la compra y venta de estos valores.

La estrategia adoptada en México en lo que respecta al desarrollo del mercado de valores gubernamentales ha consistido en atacar decididamente una serie de factores que venían limitando su expansión, enfocándose tanto en mejorar las condiciones de oferta como las de demanda, y reformar las reglas a las que están sujetos los inversionistas institucionales más importantes del país. Así, las distintas autoridades han buscado coordinarse para consolidar el proceso de estabilización macroeconómica, adoptar un régimen de flotación del tipo de cambio, diseñar e instrumentar una estrategia para el manejo de deuda pública, realizar reformas estructurales –como la de pensiones–, eliminar las restricciones a la movilidad de los flujos de capital, realizar reformas al sistema financiero y simplificar el régimen tributario, entre muchas otras cosas.

Los resultados conseguidos a la fecha han servido para romper algunos paradigmas en el ámbito de la teoría financiera como el del “pecado original”, en el que se consideraba que algunos países eran incapaces de emitir deuda en su propia divisa.[3] Con esto, no sólo se ha conseguido sentar las bases para mejorar el acceso y las condiciones de financiamiento de los distintos agentes económicos, sino que además ahora ya se cuenta con una curva de rendimiento de tasas de interés profunda y líquida a plazos de vencimiento de hasta 30 años.[4] La existencia de una curva libre de riesgos ha servido como referencia para las emisiones y el desarrollo del mercado de deuda de los demás emisores en México.

No cabe duda que todos estos logros son resultado del esfuerzo conjunto y coordinado de muchos actores. La compilación de este libro pretende servir de referencia a otros países que busquen desarrollar su mercado de deuda gubernamental y, al mismo tiempo, ofrecer una guía a estudiantes, académicos e inversionistas locales y extranjeros para conocer el nivel de desarrollo y las características más importantes de nuestro mercado.

8.2 Bibliografía

  • BIS Quarterly Review. Reducing financial vulnerability: the development of the domestic government bond market in Mexico. Jeanneau, Serge y Pérez-Verdía, Carlos. 2005.
  • BIS. The impact of international financial integration on mexican financial markets. Sidaoui, José Julián. Enero 2009.
  • BIS. The role of the central bank in developing debt markets in México. Sidaoui, José Julián. Junio 2002.
  • IBRD / World Bank, IMF. Developing government bond markets a handbook. 2001.
  • NBER Working Papers no. 10036. Currency mismatches, debt intolerance and original sin: why they are not the same and why it matters. Eichengreen, Hausmann and Panizza. Octubre 2003.

8.3 Notas

[1] Claudia Álvarez Toca se graduó con honores tanto de la licenciatura en Economía de la Universidad Iberoamericana como de la maestría en Administración de Empresas, con especialidad en Finanzas, del Instituto Panamericano de Alta Dirección de Empresas (IPADE). Actualmente se desempeña en Banco de México como especialista investigadora, asesorando a la Dirección General de Operaciones de Banca Central. Desde su primer ingreso al Banco de México (1993) ha ocupado diferentes cargos, siempre dentro del área de operaciones de banca central. Destaca haber estado al frente de la mesa desde donde se instrumenta la política del banco central en materia cambiaria y, posteriormente, haber estado a cargo de la administración de la reserva internacional. Durante un lapso fuera del Banco de México (2002-2007) se desempeñó como académica en el área de finanzas del IPADE, donde adicionalmente ocupó cargos administrativos, y ofreció servicios de consultoría a empresas y particulares.

Jaime Cortina Morfín es licenciado en Economía por el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM). Cuenta con una maestría en Administración de Empresas por la Universidad de Rochester. Actualmente se desempeña como director general de Operaciones en Banco de México. Entre sus responsabilidades primordiales se encuentran la administración de las reservas internacionales, la conducción de las operaciones monetarias, la instrumentación de la política cambiaria y el seguimiento de los mercados financieros locales. Si bien su experiencia profesional ha sido primordialmente en el banco central, durante tres años (2004-2007) trabajó como director general adjunto de Finanzas en la Sociedad Hipotecaria Federal, en donde desarrolló el mercado de instrumentos respaldados por hipotecas en México y, posteriormente, de 2007 a 2010 trabajó en la Tesorería del Banco Nacional de México S.A. de C.V. (Banamex).

Varios de los argumentos aquí planteados son desarrollados ampliamente en el capítulo introductorio “Emisores libres de riesgo”.

[2] BIS Papers No. 11. The role of the Central Bank in developing Debt Markets in México. José Julián Sidaoui. Junio 2002. P. 151.

[3] Los que proponen esta teoría argumentan que esta condición aumenta la vulnerabilidad de un país al verse obligado a financiarse en divisas del exterior y enfrentar fuertes depreciaciones de su divisa (Eichengreen et al 2003).

[4] En el capítulo “Emisores libres de riesgo” se incluyen gráficas y datos que sustentan estas afirmaciones.